A 220 km de El Calafate se encuentra un destino que parece diseñado para los amantes de la naturaleza: El Chaltén, conocido como la capital nacional del trekking en Argentina. Un pequeño pueblo rodeado de montañas, lagunas turquesas y glaciares, donde cada sendero invita a descubrir la Patagonia en su estado más puro.

🚐 Cómo llegar a El Chaltén desde El Calafate

El viaje ya es una experiencia en sí. Son unas 3 horas por ruta asfaltada, atravesando la estepa patagónica hasta que, de repente, el majestuoso Cerro Fitz Roy aparece en el horizonte. Esa primera vista es inolvidable: una postal natural que anticipa lo que está por venir.

👣 Senderos imperdibles en El Chaltén

En El Chaltén no hace falta moverse en vehículo: la mayoría de los senderos parten directamente desde el pueblo. Algunos de los más buscados son:

Laguna de los Tres :

El trekking estrella de El Chaltén. Son unas 8 horas de caminata ida y vuelta, con un ascenso final exigente pero absolutamente recompensado con la vista al Fitz Roy reflejado en la laguna.

Laguna Capri :

Un sendero más corto (2 horas aprox.) ideal para quienes buscan un esfuerzo moderado sin perderse la magia del Fitz Roy al atardecer.

Laguna Torre :

Otra de las caminatas clásicas, con unas 7 horas de duración. El recorrido termina frente al glaciar y a la imponente silueta del Cerro Torre, uno de los paisajes más fotografiados de la Patagonia.

💡 Consejos para viajar a El Chaltén

Mejor época: de octubre a abril, cuando los senderos están más accesibles.

Qué llevar: ropa en capas (térmica, polar y campera impermeable), calzado de trekking, gorro, guantes y protector solar.

Agua: los arroyos de montaña son potables, llevá tu botella para recargar.

Tiempo recomendado: quedarse al menos dos noches para recorrer varios senderos sin apuro.

Servicios: el pueblo tiene alojamientos, campings, restaurantes y cervecerías artesanales con un ambiente muy viajero.

✨ El espíritu de El Chaltén

Más allá de los paisajes, El Chaltén tiene un alma propia. Es un lugar donde la vida se vive a otro ritmo: caminatas de día, charlas de montaña en las tardes y noches tranquilas bajo un cielo lleno de estrellas.

Viajar a El Chaltén no es solo hacer trekking, es conectar con la inmensidad, descubrir la fuerza del viento patagónico y sentir que, por un momento, la naturaleza marca el compás de cada paso.

Quien visita este rincón de la Patagonia siempre regresa con la certeza de haber vivido algo más que un viaje: una experiencia que se queda en el corazón.